Margarita Inés Reyes Farias
59 años
Secretaria Universidad Austral de Chile
Lugar Trumao, cerca de Osorno, edad 4 años, recuerdos muy nítidos corroborados por mi familia, integrada en ese momento por mis dos padres, abuela y cuatro hermanos (Angélica, Luis, César y Helia).
Jugando en la ribera del río junto a mi abuelita Inés, y mi hermana mayor Angélica, es de día, la hora no la sé, sólo escuchaba a la abuela Inés decir, que estaba extraño el cielo, tenía un color rojizo, y los pajaritos estaban muy ruidosos, luego escuché un ruido muy extraño, y me veía corriendo de la mano de la abuela por la línea del tren a orillas del río, era imposible estar de pie, me movía de un lado para otro, nos caíamos, volvíamos a pararnos hasta llegar a mi casa, luego me veo sentada aferrada a la línea del tren, veo salir de la casa a mi mamá con mi hermana menor en brazos (3 meses de edad) y antes de que ella termine de salir, las maderas de mi casa caían como hojas de papel al río, uno de los palos cayó en la cara de mi mamá, la veía lastimada, no entendía nada sólo que mi corazón latía con mucha fuerza, miraba aterrada como caía una bodega gigante de madera donde guardaban trigo, mi papá José trabajaba por esos lados, en una embarcación no recuerdo su nombre, pero fue grandioso cuando apareció a nuestro lado, mi hermano Luis de tres años intentó pararse para aferrarse a él, pero no lo alcanzó rodó hacia el río y yo intenté afirmarlo, ambos rodamos hacia el agua cuando nos alcanzó mi papá, no recuerdo si lloraba, sólo que mis ojos estaban fijos en la figura de mi padre, la alegría de sentirlo y de ver como nos cuidaba, era muy lindo…..
Grandes grietas se veían al lado de la línea férrea, gritos, gritos angustiados, aquí se me borra el recuerdo, sólo sé que no tenía casa, que mi papá junto a otras personas, y con la ayuda de unos bueyes sacaban cosas del río, un cocina de leña, no sé si era al otro día, pero caía una lluvia suave, y una noche por arte de magia aparecieron a caballo unos tíos de la ciudad de La Unión , conversan entre los adultos, luego estoy vestida, muy abrigada junto a mi hermano Luis, nos sacan de la casa, mi mamá llora y está lastimada, no lo entendía, sólo obedecía, cabalgamos de noche, cruzamos un río, nuevamente mi corazón parecía que iba estallar porque pensaba que se ahogarían los caballos, los veía cansados moviendo sus patas en el agua, uno de mis tíos me calmaba y cantaba y me decían ya llegaremos, fue eterno…… no sé cuanto tiempo estuvimos en el campo de los tíos, nos cuidaban mucho, pero todas las veces que podíamos con mi hermano Luis nos subíamos a un cerco para ver si aparecía mi papá….luego cerraba los ojos y soñaba que iba a parecer cuando fuera de día…. Sólo sé que tanto mi hermano y yo llorábamos mucho,,,, después de muchos días eternos nos fue a buscar mi papá , creo que eso es la verdadera felicidad!!!!! Hablaba, cantaba, me aferré a él y a mi hermano y sólo sabía que no tenía que soltarlo…
Finalmente, llegamos a una casita sin pintura que mi papá había construido con los restos de madera que encontró. Mi mamá salió a recibirnos, y con mi hermano Luis no paramos de hablar y hablar, era demasiado nuestra alegría.
Vuelve mi recuerdo cuando siento un ruido en el cielo y veo un helicóptero que se acercaba cada vez más al lugar donde estoy con mis hermanos, una gran pradera rodeada de un río, al decender eran personas que traían golosinas, medicamentos, y otras cosas. No recuerdo muchas personas, pero se veían muy contentas.Finalmente, y sin comprender mucho llegué a en marzo de 1961 a Valdivia, a una casita chiquita.
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